Santo Domingo – La expareja de la joven comunicadora Chantal Jiménez, que terminó matándola, había sido detenido por haberle disparado en una ocasión anterior y puesto en libertad debido a gestiones de los propios familiares de la víctima.
Así lo contó este domingo el padre de la joven, Roque Jiménez, quien, en medio del desconsuelo y el llanto, lamentó que el hombre a quien trataba como de la familia lo hubiese traicionado.
“Mi Chanty, no la vuelvo a ver más. Yo… Siempre estaba conmigo para arriba y para abajo, y… (llora) y viene Jensy y me traiciona”, expresó durante declaraciones que ofreció al canal de noticias CDN.
Roque contó a ese medio que, en una ocasión, Jensy Graciano fue al apartamento donde estaba su hija e hizo un disparo, por lo que fue detenido y se emitió en su contra una orden de alejamiento. Pero, entonces, él (Roque) llamó a su hija y le dijo que fuera (al lugar donde estaba detenido) para que lo pudieran soltar. Eso porque Jensy le habría asegurado que ya no había nada más, que no seguiría detrás de su hija.
“Él estaba preso y yo le dije: Chanty, ven, para que suelten a Gaby y suelten a Jensy. Vamos a dejar esto así, que ya… Cuando a mi me llamaron ayer, no lo creía. Yo le dije: Gaby, tú estás relajando… Cuando llegué y los vi a los dos ahí tirados…”, relató el hombre entre llantos desconsolados.
Contó que, tras ser liberado, Jensy, quien luego de segar la vida de Chantal, se suicidió, le habría llamado supuestamente desde la ciudad de Santiago, como evidencia de que ya estaba todo bien, que no pasaría nada.
La muerte de Chantal, de 25 años, de un disparo en la cabeza, igual que la de su asesino, ocurrió en la Urbanización Fernández, en el Distrito Nacional, a donde la joven habría ido a esperar a su padre.
Roque dijo que su hija estaba trabajando y, antes de salir, le llamó para pedirle que la fuera a buscar. Mientras, se trasladó a la casa de una amiga a donde la habría encontrado su verdugo.
“Esto no tiene perdón de Dios. Estos son los momentos que uno no quiere que lleguen, pues si el hijo entierra el papá está bien, pero no el papá entierre al hijo… ¡La vida no puede ser así, ¡no!”, se lamentó.