Italia. – Giorgia Meloni, la líder ultraderechista de Hermanos de Italia, que ha sido el partido más votado en las elecciones, ocupará la Presidencia del Gobierno de derechas, coaligada con Matteo Salvini y Silvio Berlusconi, tras lograr una mayoría abrumadora.
Según detalla Agencia EFE, si hay un punto de inflexión en la carrera política de Meloni ese fue en octubre de 2019, cuando ante miles de personas en la plaza de San Juan de Roma, feudo sindical, proclamó: “Soy Giorgia, soy mujer, madre, italiana y cristiana y no me lo quitarán”, en ataque directo a la legislación homosexual.
Dos muchachos tomaron su discurso, la mezclaron con música electrónica y, sin quererlo, la elevaron a icono pop. Toda Italia bailaba y difundía aquel tema pegadizo.
Sus rivales, sostiene, son los “burócratas” de Bruselas, el colectivo LGBT o la “izquierda de salón”, mientras admira a la Rusia de Vladimir Putin por compartir el “sistema de valores europeos, defender el cristianismo y combatir el fundamentalismo islámico”, aunque promete “lealtad” a Occidente.
Su ideario lo aclaró para siempre en un acto electoral de Vox en Marbella (sur de España), cuando se presentó al mundo: “No hay mediaciones posibles, se dice sí o no. Sí a la familia natural, no al lobby LGBT; sí a la identidad sexual, no a la ideología de género; sí a la cultura de la vida, no al abismo de la muerte; sí a la universalidad de la cruz, no a la violencia islámica; sí a fronteras seguras, no a la inmigración masiva”.
A LA CIMA
El auge de esta mujer coincide con su presidencia, desde 2014, de Hermanos de Italia, nuevos herederos del MSI, con los que ha logrado conquistar el país.
En 2016 intentó ser alcaldesa de Roma, sin éxito, pero obtuvo gran popularidad haciendo campaña embarazada de su única hija.
Desde entonces su protagonismo no ha hecho más que aumentar (en las elecciones de 2018 obtuvo un triste 4 %). Su éxito deriva de la explotación del descontento de la pandemia y su papel como única oposición a la difunta coalición de unidad nacional de Mario Draghi.
En este tiempo ha trascendido las fronteras como simpatizante del ultranacionalista húngaro Viktor Orban o presidiendo el Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos, el de la española Vox.
Es importante señalar que la Unión Europea (UE) espera con inquietud la llegada a Italia de un gobierno encabezado por la ultraderecha que, según analistas consultados por Efe, puede generar cierta turbulencia entre Roma y Bruselas en materia migratoria, pero ven poco probable que las políticas exteriores, incluso hacia Rusia, cambien mucho.