La amenazadora selva del Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia utilizada por miles de migrantes en su camino hacia Norteamérica, “no va a ser una ruta reguralizada”, manifestó este viernes la canciller panameña, Janaina Tewaney.
“No vamos a ponderar ninguna ruta por el Darién, muy por el contrario, las medidas que se van a llevar a cabo son para proteger la selva, no para normalizar una ruta”, expuso la ministra en relación a la inédita crisis de migrantes de este año, durante una reunión con prensa local y extranjera.
A lo largo de este año, cruzaron el Darién el número histórico de 243,681 migrantes irregulares, la mayoría venezolanos, en su rumbo a EE.UU. en busca de mejores condiciones de vida, según datos oficiales divulgados este viernes, que dejan atrás a los 133,726 transeúntes registrados en 2021 y los 30.055 de 2016 durante la crisis migratoria de los cubanos.
“La selva del Darién no va a ser una ruta reguralizada y Panamá en su territorio decide cómo administrarla”, sostuvo.
La canciller panameña apuntó a la causa medioambiental la protección de la selva del Darién, un “territorio ancestral” de los pueblos indígenas, también usado como una ruta del narcotráfico y el refugio de grupos armados.
“El Darién es una selva protegida y así lo hemos mantenido. Es un territorio ancestral de nuestros indígenas que por milenios se ha quedado así, además es nuestro pulmón. El Darién es para Panamá y Centroamérica lo mismo que el Amazonas para Sudamérica”, aclaró la ministra.
Añadió que Panamá es un “país carbono negativo” y que desean mantenerlo así, pues la densa selva “juega un rol muy importante” para que la nación centroamericana tenga la categoría de eliminar más Co2 del que emite, la cual solo tienen tres países en el mundo.
Expertos y activistas han alertado este año del impacto ambiental de la migración en la selva del Darién, ya que la atraviesan miles de personas diariamente y durante el trayecto se desprenden de sus propiedades por la dureza de la selva.
“Nuestra conducción interna por siglos ha sido la protección del Darién y así lo haremos. Haremos todo lo que tengamos que hacer para que si existe un daño ambiental se revierta”, detalló la canciller, quien expresó la intención de “internacionalizar la causa”.
“Tenemos toda la intención de llamar a todos los organismos enfocados en temas de ambientes para que le presten atención a lo que está pasando en Darién”, agregó.
Costa Rica, Colombia y Panamá se reunirán en enero
La canciller adelantó a los periodistas que espera reunirse en Colombia con las autoridades de ese país y de Costa Rica para dar seguimiento a la crisis migratoria.
“Nosotros tenemos un grupo trilateral con el acompañamiento de Estados Unidos que se ha reunido tres veces ya, la primera vez en Panamá, luego virtualmente y esperamos que en enero, si es posible, presencialmente en Colombia”, señaló la ministra sin dar más detalles.
La canciller y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunieron el pasado miércoles en Washington para abordar la crisis del Darién, usada por miles de migrantes diario en su tránsito hacia Norteamérica, en una visita valorada como “muy productiva” por Tewaney.
Más datos
El éxodo venezolano ha liderado el flujo migratorio por el Darién, con 149,826 venezolanos, seguido de los ecuatorianos, 27,921, haitianos 20,000, y cubanos, 5,821, según la cifras actualizadas hasta este viernes.
El movimiento migratorio por el Darién disminuyó de forma abrupta después que el Gobierno de EE.UU anunciara en octubre pasado una nueva política según la cual todo venezolano que entre a ese país habiendo cruzado de manera irregular la frontera de México y de Panamá, será expulsado a territorio mexicano.
Además, los expulsados serán excluidos del programa que dará estatus legal en Estados Unidos por dos años a 24,000 venezolanos que lleguen en avión y con patrocinadores.
En octubre, el mes con mayor tránsito de acuerdo con las cifras oficiales panameñas, cruzaron 59,773 migrantes, y en noviembre, tras la decisión estadounidense, 16,632 transeúntes.