México. – El riesgo cardiovascular, el cual está asociado a enfermedades como diabetes, sobrepeso y obesidad es poco conocido o subestimado, por lo que es necesario generar conciencia de esta condición que puede derivar en infartos, consideró este miércoles un especialista en el marco del Día Mundial del Corazón.
“Algo que últimamente hemos aprendido es la identificación del riesgo cardiovascular. La mayoría de los pacientes que tienen diabetes se infartan muy prematuramente y entonces nosotros como médicos tenemos que buscar una forma de que no se llegue a ese desenlace”, indicó Pedro Mendoza, experto en estas enfermedades.
Con motivo del Día Mundial del Corazón, que se conmemora el 29 de septiembre, el médico precisó que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en México, además de que la diabetes está declarada desde 2016 por la Secretaría de Salud como una emergencia sanitaria en el país. Aunado a ello, apuntó, la obesidad está íntimamente relacionada con la diabetes, y México ocupa el segundo lugar de prevalencia mundial de obesidad en la población adulta y el primero en obesidad infantil.
Ante ello, precisó, es indispensable tomar medidas no solo para controlar padecimientos como la diabetes y la obesidad, sino para evitar que esto derive en riesgos cardiovasculares que tengan desenlaces como el infarto al corazón o un evento vascular cerebral.
TRATAMIENTO INTEGRAL
En este contexto, países como México han aprobado análogos del GLP1 (semaglutida), un tratamiento de administración oral para la diabetes tipo 2 que se toma una vez al día, que ayuda al control glucémico, reduce el riesgo de tener un evento cardiovascular y contribuye a controlar el peso.
“Estos medicamentos actúan haciendo que la persona tenga tres beneficios. El primero es que uno libere insulina para controlar sus niveles de glucosa, además disminuye la producción de glucosa que normalmente produce cada uno de nuestros hígados y disminuye la velocidad de vaciamiento del estómago”, apuntó.
Explicó que, con medicamentos como este, se redefinen los objetivos terapéuticos e incrementan las expectativas en lo que espera lograrse tanto en el control de la glucemia como en la optimización del perfil cardiometabólico de la persona.
“Cuanto antes alcancemos un buen control, mayores serán las posibilidades de evitar complicaciones a largo plazo”, dijo. Ingerir este medicamento a diario, afirmó Mendoza, es muy conveniente porque simplifica el tratamiento, lo que impacta positivamente en la calidad de vida del paciente y contribuye a la adherencia terapéutica, algo clave para obtener los resultados esperados y un mejor manejo de la salud de los pacientes.
No obstante, el experto recordó que este medicamento no es una “fórmula mágica” para mejorar los niveles de glucosa en sangre, pues esto requiere un abordaje integral que debe ir acompañado de una buena alimentación y cambios de hábitos.
“El pilar para el control metabólico de los pacientes es un tratamiento integral en donde el médico identifique los riesgos, establezca las complicaciones que tiene el paciente donde no solamente se vea el control del azúcar, sino el control de peso, de la presión arterial”, zanjó.
Finalmente, recordó que estos medicamentos están aprobados por la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aunque deben ser prescritos por un especialista para determinar la dosis necesaria para contar con un control glucémico, reducir el peso y, sobre todo, reducir el riesgo cardiovascular.