El papa Francisco ha afirmado que la invasión de Ucrania por parte de Rusia “quizá, de alguna manera, fue provocada o no evitada”, según la transcripción publicada este martes de una conversación que mantuvo hace unos días con los directores de las revistas culturales europeas de la Compañía de Jesús. “No vemos todo el drama que hay detrás de esta guerra. Veo un interés en probar y vender armas. Es muy triste, pero básicamente esto es lo que está en juego”, apuntó. En la charla, el pontífice cita también la opinión de un jefe de Estado con el que habló antes del comienzo de la guerra, al que no ha identificado, pero que definió como “un hombre sabio que habla poco” y que le expresó su preocupación “por cómo se estaba moviendo la OTAN”. “Le pregunté por qué y me respondió: ‘Están ladrando a las puertas de Rusia. Y no entienden que los rusos son imperiales y no permiten que ninguna potencia extranjera se les acerque’ y concluyó diciendo que la situación podría conducir a la guerra. Ese jefe de Estado supo leer las señales de lo que estaba pasando”, relató Francisco.
Antes de la invasión, el presidente ruso Vladímir Putin había exigido a la OTAN que descartara la entrada de Kiev, fronteriza con Rusia, en la alianza militar. Y en un primer momento, para justificar su ataque, acusó a la Alianza, a la que define como un instrumento de la política exterior de Estados Unidos, de provocar la guerra.
En la conversación, publicada por varios medios, entre ellos el diario La Stampa, el Papa subrayó que no es “proPutin”, en respuesta a quienes piensan que con esta opinión se muestra a favor del presidente ruso, y que sería “simplista y erróneo decir tal cosa”. Apuntó además que Rusia había “calculado mal” la guerra. “También es cierto que los rusos pensaron que todo acabaría en una semana. Se encontraron con un pueblo valiente, un pueblo que lucha por sobrevivir y que tiene una historia de lucha”, añadió, alabando el heroísmo del pueblo ucranio.
El pontífice condenó también la “ferocidad y crueldad de las tropas” utilizadas por los rusos, “que prefieren enviar chechenos, sirios y mercenarios” y que “es algo monstruoso”. Al mismo tiempo, advirtió contra lo que, según él, era una percepción de cuento de hadas del conflicto como el bien contra el mal. “Tenemos que alejarnos del esquema habitual de Caperucita Roja, en el que Caperucita era la buena y el lobo era el malo”, apuntó. Y agregó: “Está surgiendo algo global y los elementos están muy entrelazados”.