EEUU — El Twitter de Elon Musk comenzó el jueves una purga de las marcas de verificación azules de los usuarios que no se han registrado en su servicio de suscripción. De esta forma, desaparecieron las marcas de las cuentas de periodistas, académicos y algunas celebridades.
La implementación inicial del cambio pareció ser bastante problemática, ya que los “chequeos” azules desaparecieron y reaparecieron en algunas cuentas. Varias cuentas verificadas de alto perfil tampoco parecían perder sus marcas, al menos al principio.
Entre las cuentas que ya no tienen una marca de verificación azul están la del papa Francisco, el canciller de Alemania Olaf Scholz y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Twitter dijo anteriormente que «comenzaría a reducir» las marcas azules otorgadas bajo su antiguo sistema de verificación, que enfatizaba la protección de usuarios de alto perfil en riesgo de suplantación, el 1 de abril. Para permanecer verificado, aseguró Musk, los usuarios tendrían que pagar US$ 8 mensuales para unirse al servicio de suscripción Twitter Blue de la plataforma, que ha permitido que las cuentas paguen por la verificación desde diciembre.
No obstante, Twitter eliminó la marca de verificación de una cuenta de The New York Times, un medio que Musk ha criticado repetidamente, y cambió el lenguaje en su sitio de una manera que no revela específicamente por qué se verifica a los usuarios.
La semana pasada, Musk tuiteó que la «fecha final para eliminar las verificaciones azules heredadas es el 20/4», una fecha con una resonancia especial para el empresario multimillonario dado su significado para los entusiastas de la marihuana.
La decisión de seguir adelante con el cambio, después de algunos mensajes confusos, es solo el más reciente ejemplo del Twitter de Musk que cambia la experiencia de los usuarios y, en este caso, no solo de los usuarios, sino de muchas de las cuentas de más alto perfil que tienen mucho tiempo sido un punto de venta clave para la plataforma.
Usuarios destacados como el actor William Shatner y la activista contra el acoso Monica Lewinksy se han opuesto previamente a la idea de que, como usuarios avanzados que llaman la atención sobre el sitio, deberían pagar por una función que los mantenga a salvo de la suplantación de identidad.
Musk, por su parte, presentó previamente cambios en el sistema de verificación de Twitter como una forma de “tratar a todos por igual”.
“No debería haber un estándar diferente para las celebridades”, dijo en un tuit anterior. La función paga también podría generar ingresos, lo que podría ayudar a Musk, quien tiene una deuda significativa después de comprar Twitter por US$ 44.000 millones.