Nueva York – Una nueva investigación advierte que el peso de los rascacielos de Nueva York se hunda en los cuerpos de agua circundantes.
De acuerdo con el estudio geológico la ciudad se está acercando al agua a un ritmo de 1 a 2 milímetros por año, y en algunas zonas se está hundiendo mucho más rápido.
Según Tom Parsons del Servicio Geológico de Estados Unidos e investigador principal del estudio, esto hace que la Gran Manzana sea más vulnerable a los desastres naturales.
El riesgo es mayor en el Bajo Manhattan y también genera preocupación la situación de Brooklyn y Queens.
«Nueva York enfrenta desafíos significativos por el peligro de inundación; la amenaza del aumento del nivel del mar es de 3 a 4 veces mayor que el promedio mundial a lo largo de la costa atlántica de América del Norte… Una población muy concentrada de 8.4 millones de personas enfrenta diversos grados de peligro por inundaciones en la ciudad de Nueva York», escribieron él y su equipo en el nuevo informe.
Según publicó el New York Post, la ciudad ya ha visto estos efectos desde hace más de una década.
En el 2012 el huracán Sandy forzó la entrada de agua de mar a la ciudad y las lluvias del huracán Ida en el 2021 abrumaron los sistemas de drenaje.
«La combinación de hundimiento tectónico y antropogénico, el aumento del nivel del mar y el aumento de la intensidad de los huracanes implican un problema acelerado a lo largo de las áreas costeras y ribereñas», escribió.
«La exposición repetida de los cimientos de los edificios al agua salada puede corroer el acero de refuerzo y debilitar químicamente el concreto, lo que provoca el debilitamiento estructural».
Los gases de efecto invernadero «parecen estar reduciendo la barrera natural de cizalladura del viento a lo largo de la costa este de EE. UU., lo que permitirá eventos de huracanes de alta intensidad más frecuentes en las próximas décadas».